La Alpujarra es una región del rico folklore. Gracias al aporte de todas las culturas que han pasado por ella y han dejado su impronta cultural.
El rico acervo alpujarreño se manifiesta en coplas y coplillas populares, refrantes y adivinanzas, canciones de cuna y de meceor, canciones de ánimas y villancicos.
Y también juegos, leyendas, tradiciones y fiestas populares. Un gran legado cultural que actualmente ha quedado restringidoa las manifestaciones públicas propias de las fiestas patronales, celebraciones ocasionales y concursos de baile y cante.
Afortunadamente muchos pueblos cuentan con grupos culturales y asociaciones que trabajan por rescatar y conservar este patrimonio recuperando canciones coplas, danzas y tradiciones de otros tiempos.
La celebración del Festival de Música tradicional de la Alpujarra, un acierto a todas luces, es la ocasión ideal para dar a conocerlo y a disfrutar de él.
Tal vez la principal manifestación cultural viva de la Alpujarra sea el trovo, digno sucesor de la antigua poesía trovadoresca.
Trovar es rápido invento, cuya misión es unir la rima y el fundamento, y en cinco verso decir lo que siente el pensamiento, acertadísima definición del trovero Juan de la Migas.
Se trata pues de un arte de improvisar versos, por lo general, quintillas, y de entablar una discursión dialéctica, entre dos troveros, sobre algún tema propuesto. Se acompaña siempre de música, habitualmente una guitarra laúd y violín.
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